Para mí:
Una a una desmonté las piezas de tu alma. Vi cómo era por dentro: sus suaves coyunturas, la resistencia esbelta de sus trazos. Te aprendí palmo a palmo. Pero perdí el secreto de componerte. Sé de tu alma menos que tú misma, y el juguete difícil es ya insoluble enigma.
1 comentario:
Y la verdad... me esforcé en conocerte, para que cambiando tú y todo lo tuyo, te convirtieras en el mayor de los desconocidos...
Un beso
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