martes, 9 de enero de 2007

Se ha vuelto a despertar la pasión en mí.
Y no me gusta, porque dependo de ella
y no la controlo...
Pero tú no lo sabes,
y tampoco podemos jugar
con nuestras almas,
pues no hay un latido firme
en mi corazón.
¿Qué hacer? No lo sé,
me conformaré con pensar
en los besos dados
para revivir lo que deseo...

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