jueves, 6 de diciembre de 2007

¿Soledad?

Es dificil darse cuenta de que uno no está solo. El sentimiento de soledad es algo que no debería de existir, hace que nos infravaloremos demasido, ahogándonos en un aire envenenado que nosotros mismos hemos ido llenando con negros suspiros, pensando que no podemos respirar aire puro, limpio, nuevo.
Desgraciadamente no somos capaces de pedir ayuda cuando la precisamos porque sentimos que tenemos que conseguir salir solos de esa etapa que no inmiscuye a nadie más, que nosotros hemos creado para nosotros mismos, porque en cualquier momento cualquier ángel moribundo te susurra que levantes la cabeza para mirar hacia otro lado. Te sorprende, piensas: alguien se preocupa por mí. Y cuando nos preguntan si estamos bien, ponemos cara de mentira y simplemente, asentimos; no nos importa qué piensen, sólo deseas que no te lo recuerden.
En esos momentos sólamente sentimos vacío, nuestro corazón no late.
Las personas no se dan cuenta de que son afortunadas cuando tienen a alguien. Es natural pedir lo que uno no tiene en vez de dar las gracias por lo que ya tiene o ha conseguido. Cómo se puede valorar un abrazo cuando llegas a casa, una sonrisa inesperada, una mirada cómplice que basta para saber cómo se siente en ese momento.
Uno no se da cuenta de que a su lado tiene otro corazón latiendo. Y que cuando el tuyo deja de latir, el de tu compañero sigue ahí, fuerte, firme, para que sólo tú puedas oirlo. Cuando el tuyo no quiere hablar, el otro sigue ahí, esperando que vuelva a brillar. En lo bueno, en lo malo: siempre; deseamos ese unísono imperceptible para los demás y que sólo uno puede valorar cuando vuelve a brillar por si mismo... ese conrazón que, gracias a un "pum-pum" de fondo que sólo tú oyes, vuelve a unirse para ser uno.
Hay que compartir ese latido, hazlo, te sentiras indestructible y desafiarás hasta a la lógica, dejarás de pensar que uno y uno son dos; pensarás que uno y uno también pueden ser uno.
En el amor uno se desafía hasta a sí mismo, deja de pensar racionalmente, y sólo siente, actúa.
Aunque a veces nos nublamos por intentar pensar demasiado, pero nunca es tarde para expresar que te equivocaste, no hay nada como hablar con el corazón y transmitirselo a otra persona, sólo con escucharte ya te está dando las gracias por compartir lo que tienes dentro con ella, por llorar, por reir, por sentir, por regalarle todo eso que uno siente sin ninguna razón. Simplemente... lo haces.
Comparte: comparte tu tiempo, comparte tus alegrias y tus penas, comparte tu espacio, comparte tu manera de ser, comparte una flor, comparte. Comparte tu vida. Comparte tu corazón. Así, una vez que lo hagas, le darás un gran pedacito a quien tú quieras y lo recibirá con los brazos abiertos, haciendo que también te regale un pedacito del suyo. Hay intercambio, hay vida, hay amor.
Todo es amor, cariño, confianza, fé y respeto. Eso son las cuatro paredes fundamentales. Ten eso presente y todo irá bien.

Sinceramente, nazaré.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente impresionante, una de las cosas que admiro es tu capacidad para expresar en un trozo de papel, me gusta leerlo, muchas veces no lo comparto o no lo entiendo, pero mientras voy leyendo siento lo que sientes, y creo que se vuele un vicio, por eso nunca dejes de hacerlo, y recuerda nunca lo dejes por temor a lo que los demas piensen o hagan. Eres unica y esa si es una realidad... Tqm cuidate vida...

Anónimo dijo...

cada uno recoge lo que siembra