domingo, 18 de mayo de 2008

Difícil

Las relaciones de pareja son difíciles. Soy la primera que no se quiere meter por medio, pero cuando me piden opinion siempre temo a meter la pata.
Cómo opinar cuando un día, de repente, la odias y otro es la persona más maravillosa del mundo.
Piensas que lo vas a perder todo, y eso te echa para atrás.
¿¿Pero qué hacer cuando tienes el corazón en un puño??
Es difícil y, nunca sabes qué debes hacer, cómo actuar, o como dar el paso para no perderla.
Al fin y al cabo, lo único que funciona, creo, es hablar con el corazón y dejar que la otra persona lo lea; nunca atacar, porque te puedes arrepentir de las palabras...

También es difícil cuando la relación se acaba. Toda esa incomodidad al ver a esa persona, ese rencor que tienes por un tiempo, ese "me hiciste daño"...

Pero TODOS tendremos que reconocer, que cuando hemos estado enamorados, aunque todo se haya acabado, seguimos queriéndola, aunque queramos que nuestra razón piense lo contrario. No podemos dejarle de lado, no podemos obviar todo, cuando has amado, sigues viendo a esa persona como la que te saco del gran bache de tu vida, que te apoyó y que tú le diste todo lo que podías. Que aunque no supieras hacerlo bien y hubiera discusiones, un simple "no quiero perderte" lo curaba todo.
Sigues pensando que quieres besarla una última vez, que quieres hacerle el amor una última vez, que ahora todo sería perfecto, que quizás unas palabras dichas a tiempo hubieran curado esas heridas, que quizás ahora saldría bien. Te lo planteas una y mil veces y no lo puedes evitar.
Sabes que no es para tí, que ya pasó, que os hicisteis daño, pero es imposible que al abrazarla no sientas ese deseo de tenerla en tus brazos para siempre.
Que cuando le vas a dar un beso en la mejilla, no puedes evitar querer seguir con tu boca pegada a su pómulo y deslizarte suavemente hacia sus labios. Fundiros en un beso para que sepa que nunca la olvidaste, que sigue presente, que deseabas un futuro a su lado, aunque ella nunca lo reconociera.
Es duro darte cuenta el día que todo vuelve a su cauce, tú por un lado, y él/ella por otro... Y sabes que nunca más el destino va a cruzaros. Que no quiere más tus besos, que no te recuerda los momentos que vivisteis juntos, cuando tú se lo recuerdas constantemente como anécdotas. Que ya no te necesita como tú piensas, que no necesita que seas su sombra.
Saber que en algún momento amará a otra persona, o que tiene presente a alguien del pasado que no puede terminar de olvidar.
Y que, esa persona, nunca serás tú, que tú ya no le das lo que sintió. Que ella necesita algo que no ha experiementado a pesar de que quisiste darle tu vida.
Pero... sigues ahí para cuando precise, teniendo esperanzas de que, de alguna manera, sienta la mitad de lo que tienes en tu interior. De que te valore, de que se preocupe por tí como tú lo haces, de que te tenga presente, de que exprese de una vez lo que en su momento sintió por tí. Ya sea para seguir caminando o para cerrar una puerta. ¿Volver a revivir todo? No es lo mejor, nunca estarás seguro de querer oirlo, te dá verguenza decirle que la quieres en un tono que sepa que no es simple amistad, que la quisite un día y pensaste que era para siempre. Y sobre todo, duele que, tú expreses y la otra persona no te diga nada, que piense que no sirve para nada, que de nada vale cuando ya es pasado.
Todos tenemos nuestro corazón, y todos tenemos heridas.
Por mi poca experiencia no sé si esas heridas debe curarlas uno mismo, cuando sólo deseas que "tu persona" te de un abrazo, que te apriete, para saber que te quiere, que sientes cosillas cuando la tienes en sus brazos, que puedes enseñarle a que hay una vida mejor...
A tu lado...
Hay que medir palabras, medir gestos, y ser algo fría para que tu mente no interprete lo que no es, que no te juegue una mala pasada y pienses que, te está intentando decir algo. Y si lo dice, no lo sabrás...
Es muy difícil... Amor, amistad, cariño, deseo, pasión, esperanza, respeto... Demasiadas cosas que uno puede sentir simultáneamente.
Un cambio; ahora suena fácil, pero en su momento fúe tan difícil dejar de lado la negatividad a un lado, decir realemente lo que sentías, ganarle la batalla al odio, y decirle que el amor... lo cura todo.

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