Mis palabras no son justas. Lo sé y lo siento. Sólo son sentimientos pasados abandonados expresados en un momento equivocado.
No quiero explotar, pero muchas veces mi cuerpo se quema por dentro, y lamentablemente, ha sido en el peor momento para tí cuando, a mi corazón le ha dado por soltar una lágrima en tu presencia.
Lo paso mal, sé que no es el momento. Puedo aguantar, puedo olvidarlo.
Quiero que todo siga como hasta ahora, que siga su curso, que me sigas pidiendo ayuda aunque no siempre sepa darte lo que necesitas. Aunque quiera, no tengo respuestas para todo, ni siquiera te conozco tanto como quisiera, y quiero hacerlo, quiero conocerte lo que no conocí en su día para saber reaccionar en momentos tensos, para conocer lo que necesitas.
Para quizás no involucrarme un día sí y un día no. Cuando mejor estoy la cosa cambia a mal, cuando estoy mal me hago más fuerte. Todo es su contrario. Parece mentira que cuando aparentemente soy más fuerte, peor estoy, y me sorprende que, en el único momento que estoy tranquila es contigo. Cuando me abrazas y me preguntas por mí. No sé porqué lo haces, a veces no quiero ni responderte. Pero todo me puede.
Las palabras se me quedan atascadas en la garganta, todas van a tí, como un imán, solo se juntan cuando te veo, y no salen porque mi boca está cerrada, porque cojo aire y las empujo hacia abajo.
Qué hacer, qué pensar. Muchos días el pasado me toca en el hombro y el presente me dice que ya pasó. El futuro me pregunta que porqué ahora, que porqué no lo dejo aparecer.
Voy perdida, de caer en un terreno desconocido en el que no he estado y en el que igual me coje por el pie y me agarra hacia el fondo. En un sitio en el que lo único que hay soy yo y que nadie va a aparecer con un te quiero y abrazarme para siempre. El pasado es un espejismo de ello que muchos días me juega una mala pasada no dejándome que te vayas de mi mente. Se que estarás presente hasta que aparezca una nueva oportunidad. ¿Por qué? Porque contigo viví cosas que hasta el momento no había sentido. Y que hoy, añoro tener. Ya nada puedo hacer.
Lo último que quiero es involucrarme en tus pensamientos ocupados en otras cosas.
Porque no es justo, es lo único que vuela sobre mi mente. "No es justo".
Lo siento, de verdad, mucho, necesitaba expresarme.