miércoles, 8 de agosto de 2007

Tú...

Me has demostrado que te importo, que estás dispuesta a enseñarme todo lo que haga falta para sobrevivir . Te lo agradezco, lo necesitaba. Necesitaba saber que alguien está ahí, cuando caigo, cuando salto, cuando rio, cuando lloro... Gracias, gracias y gracias.
Desde el principio me has ayudado a ver de diferente manera, de advertirme, de intentar que no me hundiera en unas circunstancias. Y todo eso, simplemente con una mirada, antes de tan siquiera conocernos. Quizás dentro de mí deseaba que alguien que me entendiera con sólo una mirada, hacía tiempo que no me sentía así, y tú lo has conseguido. Quién diría que un simple beso inocente diera lugar a todo lo que estamos viviendo; tu alrededor te absorvía y yo me quedé al margen, y ahora todo ha cambiado... ahora soy yo la que intenta que tu alrededor no te absorva, la que te intenta sacar cuando te vas cayendo, la que no quiero quedarme al margen. Y seguiré intentándolo... y espero que por muncho tiempo.
He descubierto quién era yo de nuevo, y creo que tú también. Casi sin conocerte sabía que tenías muchisimo más dentro de tí, y gracias a Dios, golpecito a golpecito, vivencia a vivencia, llegó un día en el que, toda esa coraza que fuiste construyendo desde hace mucho tiempo por cada situacíon que no entendiás, se rompió. Se rompió y yo estaba allí para recojer todos los pequeños pedacitos que iban cayendo en el suelo y que creías imposible que rompiera, y muchismo menos que alguien los recojería a tu lado... Fuí afortunada de hacerlo, a partir de ahí, tengo otra persona a mi lado, y gracias a eso, he vuelto a ser yo.
Espero que nunca tenga que imaginarme todos esos pedacitos, cojerlos y tirarlos al vuelo para que se reconstruyan otra vez como un puzzle; tanto los tuyos como los míos...
Aunque si lo haría con los ojos cerrados si supiera que los cojemos con nuestras manos y al tirarlos al aire se formara, no una coraza sino, un corazón...

No hay comentarios: